Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT)
En un acuerdo con el Ministerio de Defensa (MINDEF), INVAP llevo adelante el desarrollo del Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA), que contemplaba el diseño y fabricación en Argentina de drones de ala fija Clase II y III (media y larga autonomía), estos sistemas serían utilizados por las Fuerzas Armadas y por las Fuerzas de Seguridad Federales.
Este proyecto de drones contemplaba la posibilidad de ser usado para tareas militares, de Seguridad Pública y aplicaciones civiles por ejemplo: monitoreo ambiental, detección de incendios y contaminación, catastro urbano, etc.
En el contrato de casi 2.200 millones de pesos que autorizó la Jefatura de Gabinete de Ministros por Decisión Administrativa N°1 del año 2015 para llevar adelante el desarrollo del SARA, también se solicito el diseño de un Blanco Aéreo de Alta Velocidad (BAAV), el cual sería producido por Fabricaciones Militares (FM), empresa dependiente del MINDEF (Ministerio de Defensa).
El desarrollo incluía no sólo las aeronaves no tripuladas que serían producidas en FAdeA “Fábrica Argentina de Aviones Brig. San Martin” S.A en la Pcia. de Córdoba, perteneciente al MINDEF, sino que además incluía el desarrollo de las cargas útiles (sistemas ópticos, radar, etc.), estaciones de control en tierra, simuladores de vuelo, planta motriz, sistema de navegación y telecomunicaciones, herramental y repuestos, etc.
Los VANT Clase II son de tamaño mediano, su capacidad de carga oscila entre los 50 y 100 kilogramos y pueden volar promedio hasta los 5.000 metros de altura. Generalmente cuentan con una autonomía de vuelo de hasta 12 horas con un rango operacional de hasta 200 Km. Los VANT Clase III cuentan con una capacidad de carga de entre 250 y 500 kilogramos, pueden elevarse hasta los 10.000 metros de altura, su autonomía de vuelo superan las 20 horas y cuentan con un rango operacional entre 500 y 1.200 kilómetros.
Cada sistema SARA comprende tres segmentos:
Aéreo: Integrado por 3 o 2 aeronaves, según se trate del Clase II o del Clase III respectivamente, con sus sensores y comunicaciones.
Terreno: Compuesto por una estación de control móvil para 2 operadores y un sistema de comunicaciones.
Logístico: Conformado por los elementos de soporte operativo, repuestos, herramental de mantenimiento, capacitación para el personal y documentación técnica.
El objetivo del Proyecto SARA es que fuera una plataforma polivalente para que pueda ser utilizada por la FFAA y FFSS como mencionamos anteriormente.
En la cima de la pirámide industrial se encuentra la industria aeroespacial y desde ese lugar baja el know how al resto de las industrias.
El Proyecto SARA ocupaba un rol muy importante en la cima de esta pirámide industrial en Argentina y se vio reflejado a pesar de su cancelación en mucha tecnología que se desarrollo para equipar a los SARA nacionales como por ejemplo cámaras giroestabilizadas, estas cámaras fueron desarrolladas en conjunto con la Armada Argentina, el sistema se denomino SAD (Sistema de Adquisición y Diseminación de imágenes) este sistema fue instalado en un avión de patrullaje marítimo P-3 Orión de la Armada Argentina para ser evaluado en operaciones.
El SARA fue pensado para brindar a la soberanía nacional un sistema de vigilancia y control de los grandes espacios aéreos, terrestres y marítimos. El elemento más importante del valor agregado de los VANT no es la aeronave en si, ya que se tratan de estructuras para vuelos subsónicos, sin demasiadas complicaciones. Lo más importante son los sistemas que lleva en su interior: guiado y control (GPS, inerciales, etc.), sensores (cámaras giroestabilizadas, infrarrojas, radares de apertura sintética, etc.), comunicaciones (VHS o satelitales), ejecución de misión y propulsión.
Los enemigos del desarrollo aeroespacial argentino:
El Proyecto SARA quedó paralizado a principios del año 2016 por falta de financiación como suele suceder en Argentina cada vez que cambia una gestión de gobierno. Brasil en ese aspecto se diferencia de Argentina porque a pesar del cambio de banderas políticas sostiene todos los proyectos de capacidades estratégicas para la nación. Puede ser un ejemplo de esto el proyecto Prosub Scorpene que inicio Lula y sigue adelante con Bolsonaro pasando por Dilma y Temer, algo que expreso en el articulo “Submarino Nuclear Argentino, tecnología y capacidad de disuasión”.
A pesar de la gran importancia estratégica del SARA para la Argentina, en 2016 Ministro de Defensa, Julio Martínez y el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción de la cartera, Héctor Lostri, desestimaron el Proyecto SARA. Si a esto le sumamos que un influyente grupo de oficiales de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) con su clásico lobby castrense deseaba el fin del SARA Clase II (un dron aéreo de altitud y alcance medio) argumentando que ellos ya tenían un vehículo aéreo no tripulado (VANT) de características similares y con un costo menor. Pero tras 12 años, este VANT de la FAA aún sigue en desarrollo, y no se ha logrado todavía un modelo operativo a diferencia del SARA, cuyo primer modelo de evaluación tecnológica voló dos años después de iniciarse los trabajos en él.
La fuerza militar argentina con el peor récord de éxitos en iniciativas tecnológicas y productivas a su cargo es la FAA y es su manera de operar para mantener los “kioscos” abiertos con proveedores extranjeros. Algunos ejemplos de esta operatoria a lo largo de la historia son los siguientes:
Año 1956 reemplazo del IA.e 24 Calquin por el Pulqui II (100 unidades) plazo de entrega del Instituto Aerotécnico 5 años para completar la producción. En ese entonces el Brigadier General Heriberto Ahrens, jefe de la FAA, optó por adquirir aviones F-86 Sabre a Estados Unidos. De los 80 aviones previstos solo se adquirieron 28, que además comenzaron a llegar recién en 1960, casi cinco años después.
Lo mismo que se hubiera tardado en producir los 100 Pulqui II.
La FAA fue responsable en gran parte de la historia de la cohetería nacional, pero todo terminó en el incidente del Misil Cóndor II, cuya cancelación no solo fue por las presiones extranjeras y los sobornos, sino también de los tratos con diversos traficantes de armas.
El 2012, el jefe del Estado Mayor General de la FAA, el Brigadier General Normando Costantino, anunciaba, la salida de servicio de los
B-45 Mentor (avión para entrenamiento básico de pilotos militares) tras 56 años de servicio. Desde 2008, el MINDEF venía impulsando la idea del reemplazo de los Mentor como una oportunidad para el desarrollo de un avión de entrenamiento básico nacional, la misión era tecnológica y financieramente posible en la Argentina y brindaba la posibilidad de crear un consorcio regional aeronáutico para su fabricación.
El desarrollo del nuevo entrenador designación IA-73, llevaría entre tres y cinco años que era el tiempo necesario para que los Mentor continuaran operando y no se interrumpiera la formación de pilotos militares en la EAM (Escuela de Aviación Militar). En Agosto de 2011 los Mentor protagonizaron graves accidentes por lo cual el MINDEF ordeno formar una comisión investigadora con especialistas civiles y militares para estudiar el estado de las aeronaves y su mantenimiento.
La comisión concluyó que los aviones tenían problemas del tipo estructural, instrumental, motorización y documentación, todo esto era consecuencia del mal mantenimiento por parte de la FAA. La comisión no había finalizado aún con las pruebas y ensayos pendientes sobre el sistema Mentor cuando el Brig. Gen. Constantino decidió dar de baja los aviones.
Nuevamente el lobby castrense y la presión de medios nacionales (principalmente Ámbito Financiero) e internacionales sobre un MINDEF con un Ministro de Defensa casi testimonial como lo fue Arturo Puricelli, el MINDEF autorizó la adquisición de nuevos aviones de entrenamiento en el extranjero y se abandonó la idea del IA-73.
En noviembre de 2012 ya con Raúl Argañaraz como nuevo presidente de la fábrica de aviones, FAdeA firmó un contrato por 19,6 millones de euros con la firma alemana Grob para la adquisición de 10 aviones del modelo 120 TP para la FAA. Casualmente al momento de la operación el representante en Argentina de la firma Grob era Jorge Mario Reta, brigadier retirado que se desempeño como Secretario General de la FAA hasta su retiro, en 2011, cuando se convirtió en el jefe de ventas de Grob en el Argentina.
En esta oportunidad el plan desplegado por la FAA para mantener el kiosco abierto fue que Reta cerrara el acuerdo por los Grob 120 TP con quienes habían sido sus colegas o subordinados en la FAA hasta hace escasos meses atrás.
Durante la tercera presidencia de FAdeA ya sin Argañaraz al mando se logró recuperar las horas de ingeniería y capacidades adquiridas en el proyecto IA73/Unasur 1, logrando el hito tecnológico del IA100 Malvina en 2015 cuando se presento el demostrador tecnológico.
El IA100 realizo su primer vuelo el 8 de Agosto de 2016 durante la nueva gestión de gobierno que canceló el proyecto SARA. El IA100 fue operado por el lobby castrense y fue paralizado el proyecto, el equipo de trabajo fue desarmado y todo el proyecto quedo en la nada hasta 2020 donde se continuo con el proyecto hasta la actualidad.
Para el Proyecto SARA el lobby castrense fue operar de una manera muy fuerte con su proyecto Vigia 2A en la gestión de gobierno que asumió en 2016. Tras 12 años, el “casi VANT” de la FAA aún sigue en desarrollo, carece de equipamiento interno y periféricos lo que técnicamente no cumpliría con los requerimientos de un VANT a diferencia del SARA Clase II, cuyo primer prototipo de evaluación tecnológica MET (Modelo de Ensayo Tecnológico) voló apenas dos años después de iniciarse los trabajos.
No es casualidad que la FAA siempre se vea involucrada en el lobby para su propio beneficio dejando la soberanía nacional de lado. Hoy no contamos con un SDA (Sistemas de Armas) supersónico para poder interceptar alguna intrusión en nuestro espacio aéreo. Se llego a un punto donde el desconocimiento de la clase política en este tipo de cuestiones quedó en un segundo plano ya que si no es negocio para la FAA nunca va a llegar nada, dilatando todo para terminar de liquidar nuestras capacidades aéreas y cerrar alguna operación con scrap de la OTAN.
Proyecto SARA en la actualidad:
Las últimas declaraciones referidas al Proyecto SARA fueron en 2020 y las brindo Mirta Iriondo hoy presidente de FAdeA.
Vía Telam:
FAdeA y la INVAP, empresas de Argentina volverán a trabajar en el programa Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA) que en 2016 se discontinuó, en el desarrollo de Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT). Así lo ha confirmado la Presidenta de FAdeA, Mirta Iriondo, quien dijo que «la propuesta es avanzar en el desarrollo de un VANT Clase II, aunque este proyecto no tiene un cliente o un presupuesto asignado. La idea es desarrollar nuevas oportunidades de negocio presentando una propuesta formal el año que viene en una escala más chica que lo que planteaba aquel programa SARA y que pueda atraer a la Fuerza Aérea y a la Armada. INVAP quiere integrar un radar de apertura sintética en el VANT porque ellos están trabajando sobre esa tecnología, pero si se pierde uno de esos en un accidente se pierden miles de dólares, por eso sugerimos empezar con pods ópticos que requieren el desarrollo de VANT de menor envergadura y de operación más económica. En este tipo de empresas los proyectos son de largo plazo, y va a ser importante contar el año que viene con el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) para poder financiar proyectos como este», destacó Mirta Iriondo.
Conclusiones:
Pocas iniciativas de investigación, desarrollo o producción aeronáutica en manos de militares dieron frutos abundantes y duraderos en nuestro país. En los proyectos que prosperaron, la presencia civil prevaleció y no se alcanzaron mejores logros hasta que salieron de la órbita castrense.
Es de vital importancia continuar con el Proyecto SARA por la soberanía tecnológica y el know how que brindaría al resto de la industria nacional vinculada a la defensa y a nuestra industria nacional en general. Es acceso a tecnología de punta que nos abre un abanico de posibilidades impresionante, sumado a el momento geopolítico que se encuentra atravesando el mundo considero es estratégico contar con un sistema de monitoreo 24/7 de tu territorio y un SDA que actúe ante una eventual alerta.
El SARA debe seguir adelante pero en manos civiles por equipos conformados por personal de INVAP y FAdeA como se lo pensó originalmente. La FAA no puede seguir operando en contra de nuestra soberanía por un vuelto de un fabricante extranjero que nos condena a una dependencia absoluta en materia de VANT.
El Proyecto SARA es una prueba mas de la entrega de la soberania y la sumision cultural y tecnologica que tradicionalmente implementa un sector de la politica argentina estrechamente vinculada con su par castrense en pos de un eterno y colonialista pero muy redituable negocio para los que en mi barrio llamamos... TRAIDORES:
Excelente información que desconocía.
Lamentablemente el 2015 perdimos la oportunidad de ser potencia continental.